abrir la puerta [todos tenemos un tío]leyendo un canto escrito de una sirena, (esta vez no el gracioso cachivache de letras de otra sirenita) recuerdo el sentimiento de ver algo muerto vivir en colores tangibles y vívidos.
como el casi desmayo de mi tía, cuando su hermano, mi tío, al que creíamos perdido, fallecido, en otro mundo; un buen día decidió salir y devolverse de la montaña donde había estado viviendo por casi 30 años para tocar el timbre de la casa donde vivió mi abuelita hasta su despertar.
él con barba, arrugas y la sonrisa de mi abuelo. ellas (mis tías y mi mamá) con la mirada mojada e incrédula.
esto es lo que me hace pensar que la muerte y el olvido son puro cuento chino, porque la gente y otras cosas solo se esconden un tiempo.
igual que esa media que 'perdimos' en la secadora de ropa.