en tomar todas esas buenas palabras recibidas,
agarrarlas y guardarlas en un frasco verde.
para sacarlas y escucharlas de vez en cuando,
por si acaso luego de un tiempo se olvidan.
las palabras malas? en otro frasco, pero rojo.
ésas serían usadas solo en emergencias
de las que no deberían existir,
pero que suelen ocurrir algunos días.
el frasco rojo lo guardo donde nadie lo encuentre,
porque al rato y al destaparlo sin precaución alguien podría quedarse sordo temporalmente.
* talvéz decida hacer mezclas luego.
¶ 10:41 a. m.