payaso [ó el dulce ritmo de la casualidad]escribí acerca de los payasos que no se visten como payasos hoy en la mañana.
y como si la casualidad decidiera darme un regalo, hace un rato entró un payaso (vestido de payaso), a esta oficina. su cara pintada de blanco, y la punta de la nariz de color rojo.
alguien lo envió para saludar a una compañera.
ella con la cara roja de la vergüenza y risa entrecortada, yo con mi mejor cara de asombro e incredulidad.
las casualidades existen. por eso ayer me preguntaron la hora dos veces, escuché dos canciones de billy idol en dos lugares diferentes. y hoy los payasos juegan entre mi monitor y esta oficina.
¡gracias destino! es un buen inicio de semana.
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